La Fundación del Río (FDR) manifestó, en un comunicado, su preocupación por el avance de la minería artesanal en la Reserva de Biosfera del Sureste de Nicaragua debido al impacto negativo ocasionado en los bienes naturales y poblaciones que habitan en el territorio.
Río Palo de Arco, amenzado por la explotación de la pequeña minería, en Río San Juan / Fundación del Río
La organización defensora del ambiente considera que “la minería es una de las actividades más destructoras de la naturaleza y por tanto ajena a las acciones permitidas en esta zona del país que ha sido reconocida internacionalmente por su importancia ambiental”.
Un análisis realizado por la FDR concluyó que la expansión minera en la Reserva de Biosfera del Sureste de Nicaragua, no es casual, sino que es promovida como parte de una estrategia dirigida a crear condiciones que permitan concesiones industriales en el territorio en el futuro.
“Este hecho concuerda con las pretensiones mineras mantenidas desde hace años por diferentes empresas transaccionales que han sido frenadas gracias al determinado rechazo que comunidades, organizaciones ambientalistas y gobiernos locales habíamos mantenido”, agrega la Fundación.
En el contexto político actual de represión, pérdida total de institucionalidad y violación a los derechos humanos, las posibilidades de ejercer contrapeso ante la arremetida minera se vuelven limitadas, sostiene la FDR. “Esto es aprovechado por quienes pretenden convertir a la Reserva de Biósfera en un polo minero, incluidas las instituciones públicas que conocen y avalan esta situación, sin importarles la contaminación y pérdida de alternativas sostenibles para el territorio”.
Agrega que, desde finales de 2016, cuando inició la nueva “fiebre del oro” en Las Crucitas, Costa Rica, han observado un crecimiento desmedido de la pequeña minería, llegando a contabilizar en junio de 2019, más de 100 molinos ubicados principalmente en el municipio de San Carlos. De igual forma han documentado casos de exploración que se están realizando en otras zonas de la Biosfera, en los municipios de Nueva Guinea, Bluefields y en particular los que se desarrollan directamente en la Reserva Biológica Indio-Maíz.
Más de 100 molinos fueron contabilizados por la Fundación del Río
Onda Local ha dado seguimiento al avance de la explotación minera artesanal y de la pequeña minería en el sureste de Nicaragua. El año pasado verificamos alrededor de 16 molinos activos. La actualización realizada por Fundación del Río evidencia un avance acelerado de dicha actividad.
Minería amenaza cuenca del Río San Juan
Onda Local
Según denuncias publicadas en la página de Facebook de Radio Voz Juvenil -emisora que fue cerrada en diciembre de 2018 después que la Asamblea Nacional, arrebató la personería jurídica a Fundación del Río-, la mayor parte del material es trasladado en camiones hacia el municipio de La Libertad, departamento de Chontales, donde opera la minera B2Gold. “Según los testimonios locales, el lugar de destino es la Libertad, Chontales… al final de la cadena, la principal compradora de material es la empresa B2Gold”. En 2018, Onda Local recibió la misma denuncia y consultó al respecto a la empresa B2Gold. Su relacionista pública, Anne Pérez, manifestó: “B2Gold no ha realizado ninguna compra de mineral o de cualquier otro insumo proveniente del Río San Juan o de alguna otra zona cercana a la Reserva Indio Maíz”. Pérez agregó que la empresa opera en las zonas donde tienen concesiones adjudicadas y procesan mineral de origen lícito.
Fundación del Río hizo un llamado a las familias de los diferentes municipios del Sureste de Nicaragua de “rechazar esta práctica que contamina y destruye los suelos, bosques y aguas, eliminando también las posibilidades de un buen vivir para las próximas generaciones”.
La minería artesanal y la pequeña minería se expanden sin control / Fundación del Río
La organización responsabilizó al “directamente al gobierno de Nicaragua por los daños ambientales y sociales que desde ya se empiezan a percibir”.