Hace diez años, 11 mujeres fueron salvajemente violadas por los agentes de seguridad de una transnacional de Canadá. Hoy acuden ante tribunales de ese país para exigir justicia.
Canadá es el punto de encuentro entre una empresa minera y 11 mujeres mayas que fueron violadas por grupos armados que irrumpieron violentamente en la apartada aldea Lote Ocho, de Guatemala, y que exigen que se haga justicia en ese país.
En 2007, las indígenas estaban solas en sus hogares. Sus esposos habían salido a trabajar en sus campos de maíz y cardamomo cuando policías, militares y guardianes de una empresa minera canadiense irrumpieron en sus viviendas y abusaron sexualmente de ellas, recoge la publicación británica The Guardian.
Esta aldea, llamada Lote Ocho, se encontraba en las cercanías de la mina Fénix, una de las más grades de Centroamérica dedicada a la explotación de níquel.
Una mujer cocina una vaca que murió tras lluvias en El Estor, en Izabal, Guatemala. 6 de agosto de 2015. / www.globallookpress.com
En ese entonces, la actividad minera en la zona estaba a cargo de la transnacional Skye Resources, con sede en Vancouver, y un año después fue adquirida por Hudbay Minerals, de Toronto.
¿Por qué Canadá?
A principios de diciembre, un grupo de indígenas mayas Q' eqchi', que viven en la comunidad El Estor, en la provincia de Izabal, fronteriza con Honduras, viajaron hasta Toronto para entablar tres juicios contra Hudbay Minerals y su subsidiaria, la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN), informa Now Toronto.
El primer caso en contra de la minera canadiense es el de las mujeres abusadas sexualmente; el segundo, presentado por Angélica Choc, expone que las fuerzas de seguridad de la compañía asesinaron a tiros a su esposo, Adolfo Ich, un líder comunitario y maestro de escuela que se opuso a la mina, en 2009; el tercero, a cargo de Germán Chub, alega que el jefe de Seguridad le disparó y le provocó una discapacidad en sus piernas.
Víctimas de las mineras
Los procesos contra Hudbay se iniciaron en 2011 y fueron aceptados por un tribunal de Ontario, también en Canadá, en 2013. Hasta ese entonces, las comunidades indígenas afectadas no habían tenido la oportunidad de demandar a las mineras canadienses que operan fuera de ese país, recoge Prensa Libre.
Fue la primera vez que Canadá concedió a demandantes extranjeros acceso a los tribunales para perseguir a empresas canadienses por presuntas violaciones de los derechos humanos en el extranjero, reseña The Guardian.
Vista general de una mina de oro en Peñasquito, Zacatecas, México.Minera canadiense arrebata miles de hectáreas a comunidades indígenas y campesinas de México
El fallo de la corte canadiense para que se juzgue a Hudbay fue calificado por los expertos como "trascendental", porque sentó un precedente.
"Estamos felices"
"Nos sentimos muy felices y agradecidos", dijo Angélica Choc, representante de los indígenas desde Toronto, al saber que sus demandas fueron aceptadas y que fueron escuchados en otro país.
"No tendríamos un juicio justo en nuestro propio país. Sabíamos que este sería un viaje muy difícil y largo para buscar justicia", agregó.
Choc se encuentra en Toronto para dar su apoyo al primer grupo de mujeres que testificó en las audiencias previas al juicio relacionado con la demanda por abuso sexual.
Estas mujeres indígenas, que nunca habían salido de su país, tuvieron intensas jornadas con abogados y miembros del equipo de Hudbay, quienes les hacían todo tipo de preguntas sobre las agresiones que habían sufrido.
"Es difícil sentarse y enfrentarse a ellos", comento Irma Yolanda Choc Cac, según The Gurdian, quien sufrió un desmayo durante el interrogatorio. "Recordarlo todo es como volver a vivirlo".
La intimidación sigue
A pesar de los años que han pasado, Choc afirma que la comunidad sufre de intimidación y que ella, junto a su familia, han tenido que permanecer en diferentes lugares como resultado de una serie de incidentes, incluyendo disparos fuera de su casa en septiembre de 2016.
Está previsto que Choc y Germán Chub regresen a Toronto a principios de 2018 para ser interrogados por el equipo de abogados de Hudbay. Al mismo tiempo, están llevando a cabo un juicio penal separado en Guatemala contra Mynor Padilla, exjefe de seguridad de Hudbay.
La defensa de Hudbay
Antes de que ocurriera la violación de las 11 indígenas, el personal de seguridad de la minera había quemado varias casas con la intención de hacer que las comunidades abandonaran la zona de sus ancestros.
En un primer momento, la empresa argumentó que no era responsable de las agresiones de 2007, porque en ese momento era propiedad de otra transnacional canadiense, con la que se fusionó. Sin embargo, entre 2010 y 2011 vendió sus acciones en la CGN y en 2013 trató de impedir el proceso legal en Canadá.
Sin embargo, fue en ese mismo año que un tribunal de Ontario dictó la responsabilidad legal de la empresa. En Canadá se encuentra más del 50 % de las empresas mineras y de exploración que cotizan en bolsa en el mercado mundial. Sus activos en el extrajeron son de unos 153.200 millones de dólares.
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Ver enlace original: Las indígenas guatemaltecas que han puesto a una minera canadiense contra la pared